FUERA TIERNO-BASTA DE VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES


Santa Rosa, 15 de Febrero de 2008.



Durante siglos la opresión patriarcal ha enseñado a las mujeres a ser sumisas y obedientes. Esta enseñanza repetida a través de las costumbres, la iglesia, la publicidad y otras voces con autoridad, sólo cobra víctimas. El Estado a través de las fuerzas armadas y policiales mantiene y reproduce este orden existente. Mientras algunos piden “mano dura”, hay policías, fiscales y políticos que aparecen implicados en los más aberrantes casos de violaciones y tortura seguida de muerte. María Soledad, Leyla, Patricia, Otoño.
En Santa Rosa, las últimas noticias aparecidas en los medios, sobre la violencia ejercida por Tierno, actual intendente del PJ, hacia su ex novia es la prueba de que la violencia y el poder político van de la mano. Durante más de veinte años algo que “se sabía” en Santa Rosa pasa a ser una noticia nacional que le llama la atención a más de uno. Y no es para menos dado el clima de crisis política que estamos viviendo.
La “pérdida” de la denuncia policial, el ocultamiento oficial y la doble moral pasan a ser moneda corriente cuando el aparato del Estado debe cubrir a uno de los integrantes del poder político y sumir en opresión y vergüenza a la más simple de las trabajadoras.
Este “hijo pródigo”, cuya característica fue que ocupo cargos políticos con el PJ desde el 83 hasta la fecha, nos impone un estado casi policial con tarifazo, (para)-policía comunal, censo espionaje, multas exuberantes, discriminación a los sectores más oprimidos y censura a la libertad de expresión.
Desde Pan y Rosas somos conscientes que la violencia hacia la mujer va mucho más allá de Tierno porque desde que existe la división social entre poseedores y desposeídos, las mujeres han sido también una propiedad de los hombres, incluso para aquellos individuos que no tienen bienes materiales. Y así como está naturalizado que a la propiedad se la defiende con las armas, también está naturalizado que con la “pasión” se justifique el crimen de la mujer que deja o intenta dejar de ser un objeto de propiedad del varón. Mujeres estranguladas, golpeadas, picaneadas, asesinadas con balazos de escopeta, cuchillazos... los más aberrantes delitos reunidos bajo la también aberrante calificación de “crímenes pasionales” con que el periodismo obsecuente insiste en invisibilizar que de lo que se trata es de la más mortífera violencia de género que este sistema genera, legitima y naturaliza.
Para terminar con esta situación que atraviesan no solo las mujeres trabajadoras y del pueblo pobre es necesaria la más amplia unión con el resto de los trabajadores sin diferencias de géneros. La única salida posible es que los trabajadores se organicen en un gran PARTIDO en contra de las políticas entreguistas de los partidos patronales (PJ, UCR, etc), quienes han demostrado, más de una vez, que gobiernan para una minoría acomodada y llena de privilegios.
PAN Y ROSAS-LA PAMPA