EL AMOR NO MATA, EL MACHISMO SÍ En La Pampa gobierna la violencia contra las mujeres


Jueves 15 de diciembre de 2011


por Claudia Lupardo, trabajadora docente, Santa Rosa (La Pampa)


En La Pampa, si hay algo que caracteriza al gobierno de Oscar Mario Jorge es la brutal violencia contra las mujeres. A fines de 2007, cuando inició su primer mandato, vetó la ley de aborto no punible que podía evitar, al menos, algunas muertes de mujeres por abortos clandestinos. Este año, el inicio de su segundo mandato se ve atravesado por un terrible hecho de violencia: el femicidio de Carla Figueroa, un caso que tomó relevancia nacional por lo aberrante del crimen de la joven que anteriormente había sido víctima de violación por parte del mismo sujeto –su pareja-, quien fuera liberado de la cárcel por los jueces que lo habilitaron a casarse con Carla y avenirse a la pena.

En La Pampa y en todo el territorio nacional los femicidios están a la orden del día. Las mujeres mueren impunemente, víctimas de la violencia machista. Pero también por las consecuencias de los abortos clandestinos, secuestradas por las redes de trata y prostitución, etc. El panorama en la capital provincial, Santa Rosa, no es el mejor: al frente de la subdirección de políticas de género se nombró a Fabiana Montañez, suboficial retirada de la policía pampeana. Todo un símbolo de la institución que en el país y en la provincia fue garante de los planes de exterminio de la dictadura genocida, que asesina a los jóvenes de las barriadas populares con el gatillo fácil, que maneja la caja de todos los negocios sucios de la trata, la prostitución, los desarmaderos, el juego y el narcotráfico.

En el caso de Carla, ¿alcanza con reclamar juicio político? Es la misma Justicia que dejó libre al comisario Marenchino, genocida de la subzona 14, en tiempos de la dictadura militar. Esta misma Justicia es la que me proscribió como candidata en las últimas elecciones, cuando era la única voz que se alzaba contra la violencia hacia la mujer y que defendía el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, principal causa de las muertes de mujeres trabajadoras y pobres.

Ahora, el PJ provincial dice que hubo “errores” en la causa y que es el propio Poder Judicial el que debe lavar sus trapos sucios. Por el contrario las mujeres, junto a los organismos de DD.HH., las organizaciones políticas y sociales independientes del gobierno provincial, debemos movilizarnos ¡Aquí no hubo “errores” ni distracciones! Exigimos la renuncia de los jueces que permitieron que este brutal crimen pudiera cometerse y la derogación de la execrable figura legal del avenimiento.

¡Basta de violencia contra las mujeres!

UN PASO IMPORTANTE DE LA LUCHA DE LAS PERSONAS TRANS Obtuvo media sanción la ley de Identidad de Género


Viernes 2 de diciembre de 2011



Por Andrea D’Atri



Algo más que un DNI

El proyecto reconoce el derecho a que todas las personas sean tratadas de acuerdo a su identidad de género. Esto significa que las personas trans podrán registrarse con nombre de pila, imagen y sexo que concuerden con su identidad de género, en todos los documentos que acreditan su identidad, incluyendo la partida de nacimiento. Para hacer este registro, deberán ser mayores de 18 años y no necesitarán acreditar intervención quirúrgica genital ni terapias hormonales u otros tratamientos psicológicos o médicos; aunque la ley, también incluye el acceso a estas intervenciones y tratamientos en el sistema de salud (estatal y privado), sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa previa, con el sólo consentimiento de quien lo solicita.

Este proyecto, surgido del intercambio, la reflexión y el trabajo de militantes del colectivo Frente Nacional por la Ley de Identidad –y luego consensuado con otros proyectos similares-, tiene el mérito de enfrentar la patologización, la criminalización, la judicialización y la estigmatización de las identidades trans. Como señalaba Diana Sacayán –una de las mentoras de este proyecto-, en el diario Página/12:“Una ley de identidad de género no me va a cambiar la vida. Pero sí va a ser una bisagra para reclamar otros derechos de los cuales nosotrxs no gozamos.” Por eso, una de las preocupaciones fundamentales era que el mismo proyecto que plantea el registro identitario, incluyera también la atención en salud. Algo fundamental para una población cuyo promedio de vida no supera los 30 años, siendo las principales causas de muerte los asesinatos y las consecuencias de las cirugías y tratamientos clandestinos, como la aplicación de siliconas para uso industrial.

Expulsadas de sus familias, desde muy pequeñas; expulsadas de las instituciones educativas por la violencia de la que son víctimas; sometidas, en la calle, a la represión policial diariamente; incluso, a veces, expulsadas literalmente de sus pueblos y ciudades de origen para enviarlas “lo más lejos posible” como si se tratara de “manzanas podridas”; sin haber tenido derecho a la educación, ni al trabajo, sin atreverse a entrar a un hospital para hacer una consulta médica que las exponga al escarnio y la discriminación... éstos son algunos de los relatos de vida que se repiten en boca de las personas trans. Que tengan una expectativa de vida tan corta, sólo puede explicarse por esta discriminación, esta marginación y las humillaciones a que son sometidas, condenadas a prostituirse para sobrevivir –y expuestas a la violencia de ocasionales clientes, pero especialmente de las fuerzas represivas-, cuando los índices de desocupación de la comunidad trans llegan casi al 100%.

La hipocresía mata

Mientras se daba la media sanción a la ley, la ministra de Seguridad anunciaba el derecho del personal de las fuerzas de seguridad a vestir el uniforme según su identidad de género. ¡Cuánta hipocresía en el mismo seno de las instituciones que son las que reprimen, persiguen, extorsionan, encarcelan, violan y matan impunemente a las personas trans! Ahora, ellas y ellos podrán ingresar a la policía vistiendo el uniforme acorde a su identidad... ¿y qué harán, en las calles, cuando sus “compañeros” de armas, saquen a relucir la transfobia, la misoginia, la homofobia, la xenofobia y el racismo que asesina a personas trans, en situación de prostitución, a inmigrantes?

Por más “cursos de derechos humanos” que la ministra pretenda implementar en las fuerzas creadas para la defensa de la propiedad privada y la represión, ya sabemos cómo terminan las personas LGTB que pretenden “salir del clóset” entre sus filas. Fue este mismo año (¡no hace décadas!), cuando el prefecto Octavio Romero sufrió golpes en la cabeza y murió ahogado pocos días después de anunciar que se casaría con su pareja, un taxista.

El Estado adopta una hipócrita posición de “tolerancia”, pero el mercado dispone... Y los créditos para algunos microemprendimientos y cooperativas, la capacitación gratuita en oficios, la inclusión laboral de unas pocas personas trans en dependencias estatales, el escaso ofrecimiento laboral de algunas empresas privadas incentivadas por el INADI, no alcanzan para solucionar el problema de la desocupación y que, aproximadamente el 90% de las personas trans recurra a la prostitución para garantizar su sobrevivencia.

Ni la ley de matrimonio igualitario, ni la ley de identidad de género por sí mismas podrán acabar de raíz con la homofobia y la transfobia que se cobra la vida, plagada de injurias, de las personas trans.

Sabemos que la lucha por arrancarle derechos al Estado es ineludible y allí decimos “¡Presente!”, pero sabiendo que la integración que propone el Estado a quienes, hasta hace pocos días, mantenía sometidos a la más humillante marginación, no cambia de raíz la vida real de miles de personas trans. Diana también decía “Nuestro deseo ideológico y profundo no se va a concretar con esta ley: nuestro deseo es ser libres.” Mientras el Estado nos presenta el camino de la integración “tolerante” como el único posible, sabemos que para que el deseo de Diana sea realidad, debemos luchar por liberar la sexualidad de las ataduras de un sistema que reprime y margina e integra, mercantilizando y normativizando nuestros deseos. La lucha por acabar con las normas que imponen que nos amoldemos a lo que los demás esperan de nosotros, por acabar con la represión de deseos y placeres que desafían a la moralina burguesa, es una lucha que nos concierne a todas y todos los que anhelamos la liberación de la humanidad de las cadenas que hoy nos oprimen, manteniendo el yugo de la explotación.


El PTS y la lucha por la identidad de género

En mayo de este año, cuando el Frente Nacional por la Ley de Identidad presentó el proyecto en conferencia de prensa, nuestros compañeros Christian Castillo, candidato a vicepresidente por el Frente de Izquierda y Andrea D’Atri, candidata a diputada apoyaron esta iniciativa señalando que “El Partido de los Trabajadores Socialistas ha compartido esta lucha, desde hace muchos años, con numerosas organizaciones del movimiento LGTB. Desde nuestra perspectiva que lucha por una sociedad totalmente liberada de las cadenas de la explotación y de todas las formas de opresión, hemos compartido la pelea contra los códigos contravencionales, por el cese a la persecución policial y judicial a las personas trans y, el año pasado, hemos impulsado la movilización por la aprobación de la ley de matrimonio igualitario. Hoy, acompañamos y hacemos nuestra también la exigencia de la aprobación inmediata de la Ley de Identidad de Género que uds promueven. ¡LEY DE IDENTIDAD DE GÉNERO YA!”

Con muchas de las compañeras y compañeros que estaban presentes en esa conferencia de prensa, habíamos estado enfrentando la represión policial, codo a codo, en innumerables ocasiones. También apoyamos la participación de las compañeras trans en los Encuentros Nacionales de Mujeres, cuando algunos sectores les negaban este derecho. Nuestros locales estuvieron a disposición de las compañeras y compañeros del movimiento LGTB cuando necesitaron contar con espacio para sus reuniones. Y escrachamos juntos a la Iglesia oscurantista en numerosas ocasiones.

Cuando se presentó el proyecto de ley, en mayo de este año, dijimos que poníamos “esta tribuna electoral a disposición de la difusión de dicho proyecto, como siempre lo hemos hecho con las justas demandas democráticas como el matrimonio igualitario o el derecho al aborto libre y gratuito.” Y así lo hicimos, junto con la destacada campaña de nuestro compañero Julio Rovelli, militante LGTB, el único candidato cuyos afiches decían abiertamente: “¡Basta de discriminación! Derecho a la identidad de género YA. Separación de la Iglesia del Estado.” Lo mismo, señalamos en cada oportunidad que se nos presentó de divulgar nuestras ideas, nuestras propuestas y programa. Como todos los años, esta vez junto a más de 300 compañeras y compañeros de la Juventud del PTS, participamos en la marcha del Orgullo, donde también hicimos nuestra la consigna “Sin demora, identidad ¡AHORA!”

Debates sobre criminalización despenalización del aborto








Lunes 7 de noviembre de 2011

CONGRESO NACIONAL DE TRABAJO SOCIAL (TANDIL)
Debates sobre criminalización / despenalización del aborto

Por Andrea D’Atri
Transcribimos la intervención de Andrea D’Atri en la mesa sobre despenalización del aborto, durante el Congreso Nacional de Trabajo Social (Tandil). Dicha mesa tuvo que realizarse en un mini-estadio cubierto dada la enorme repercusión y el interés por el tema que se debatía, con la asistencia de más de 500 personas.

Durante la última década, el feminismo estableció una compleja red de alianzas con instituciones estatales y académicas, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos y otros movimientos sociales que lo reconfiguraron como un movimiento diverso en el reclamo de derechos civiles, pero también en la disputa cultural de sentidos.

Después de su irrupción, durante la década del setenta, centrado en un discurso antipatriarcal fuertemente cuestionador del orden establecido –en diálogo y controversia con los movimientos anticapitalistas y la izquierda política-, el feminismo reemergió a mediados de los ochenta, vinculado a la agenda de los derechos humanos.

A diferencia del movimiento europeo o norteamericano, en la mayoría de los países de América Latina, el feminismo sufrió el corte histórico y generacional propiciado por el enfrentamiento entre revolución y contrarrevolución de América Central y las dictaduras militares genocidas del Cono Sur.

Estas experiencias históricas tiñeron la práctica feminista de los años posteriores, vinculada a los procesos de democratización y pacificación, reconvirtiendo su espíritu contestatario en esfuerzo de institucionalización. Las demandas propias de la agenda feminista se trasvasaron en el nuevo lenguaje continental de los derechos humanos, al tiempo que la nueva situación política permitió, a partir de 1981, los Encuentros Feministas de Latinoamérica y el Caribe.

Para los años noventa, la otrora delgada separación entre centros de trabajo y estudio, por un lado, y movimiento militante, por otro, se profundizó y dio lugar a la polarización entre las especialistas, que conformaron lo que dio en llamarse una tecnocracia de género y las activistas, fracción minoritaria que tomó la bandera de la autonomía como diferenciación específica al interior del movimiento.

Al mismo tiempo, la internacionalización del movimiento se profundizaba bajo los cánones impuestos por el sistema onusino de conferencias mundiales que, lentamente, fue reconfigurando el carácter de las ONG, convirtiéndolas en organizaciones profesionalizadas y despolitizadas, exigidas de atender las necesidades de mujeres de sectores populares, como mediadoras entre agencias de financiamiento, gobiernos y “beneficiarias”, en competencia con sus pares, lo que fragmentó aun más al movimiento.

Mientras los estados privatizaban los servicios públicos y los recursos nacionales, las ONG se iban transformando en “pequeñas empresas” cuyo capital radicaba en la experticia de sus planteles profesionales, para la atención de aquellas necesidades que el estado desatendía. El feminismo autónomo englobó a pequeños colectivos anarcofeministas, autonomistas propiamente dichas, socialistas, etc. que, en medio de la marea neoliberal, asumieron el riesgo de mantenerse al margen de la tendencia mayoritaria, al costo de construirse de un modo autorreferencial, centrado en la crítica cultural y, en cierto sentido, también vaciando el carácter político de las reivindicaciones en un ensimismamiento sectario.

Pero en la última década, signada en sus albores por la crisis del modelo neoliberal y las movilizaciones de masas en diversos puntos del continente, el feminismo se plantó en la escena latinoamericana con una joven generación que aportó nuevas fuerzas y también nuevas formas de activismo.

Los levantamientos en Ecuador y Bolivia, las jornadas de diciembre de 2001 en Argentina, la movilización popular que derrocó el intento de golpe de Estado en Venezuela en 2002, las movilizaciones en México de 2006 –como el plantón de un millón de personas contra el fraude político en el centro del Distrito Federal o la gesta de la Comuna de Oaxaca-, pusieron a las masas en el centro de una nueva escena política donde las mujeres tuvieron un papel destacado. Ese protagonismo de mujeres trabajadoras, desocupadas, de pueblos originarios, propició la reactivación de una cierta militancia feminista que recobró viejas banderas y las reactualizó, asumiéndolas junto a nuevas inquietudes y reclamos.

Tres aspectos nos resultan significativos de la experiencia feminista de la última década: a) la “repolitización” de esta nueva militancia feminista que surge al calor de la crisis que, primeramente en Argentina, signó los albores de la nueva década; b) las nuevas experiencias de solidaridad feminista internacional, originada en esfuerzos independientes de los encuentros o conferencias internacionales institucionalizados, que surgieron ante el golpe de Estado en Honduras (2009) y el terremoto en Haití (2010) y c) la persistencia de la lucha por el derecho al aborto en la agenda de las feministas de todo el continente y su relación controvertida con los nuevos gobiernos postneoliberales.

El reclamo por la despenalización del aborto es, quizás, el más persistente y extendido de la agenda feminista latinoamericana de la última década, ya que en la mayoría de los países de nuestro continente el aborto sigue siendo una práctica clandestina. La causa fundamental por la que esta demanda se sostiene a través de los años radica en que la práctica de abortos clandestinos sigue ocupando los primeros lugares entre las causas de mortalidad materna en el continente.

Sin embargo, a pesar de que la legalización del aborto es respaldada por diversos instrumentos legales internacionales sobre derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos, tanto los gobiernos de distintos signos políticos, como la Iglesia Católica y otras instituciones siguen resistiendo al reclamo de millones de mujeres latinoamericanas. Lo distintivo de la última década fue que, con la eclosión del modelo neoliberal de los años noventa, el movimiento feminista no sólo profundizó la movilización y la lucha por este reclamo, conquistando fuertes simpatías y adhesiones, sino que prontamente depositó expectativas en los nuevos gobiernos postneoliberales, en la búsqueda de un consenso para avanzar en una agenda común, reduciendo la propia capacidad de movilización alcanzada en aras de privilegiar el cabildeo y las negociaciones “por arriba”.

Sin embargo, a pesar de las esperanzas depositadas en los nuevos regímenes y gobiernos, los cambios han sido mínimos, cuando no ha habido marcados retrocesos.

En gran parte del continente, las feministas de distintas tendencias y orígenes de lo más diversos han establecido coaliciones amplias, limando asperezas y sobreponiéndose a las diferencias políticas, para pelear por el derecho al aborto. En ocasiones, estas alianzas surgieron en el esfuerzo por diseñar estrategias que permitieran avanzar en la legalización del aborto; otras veces, fueron la resultante de verse obligadas a actuar defensivamente, frente a la avanzada de sectores reaccionarios y fundamentalistas que empujaron a establecer estas coaliciones de resistencia. En todos los casos, la última década estuvo signada por una visibilización nunca antes alcanzada de este derecho que aún le es negado a millones de mujeres latinoamericanas, gracias a la persistencia del movimiento feminista de la región.

¿Cuáles fueron los logros? ¿Cuáles son las perspectivas? Todavía es un debate abierto, pero algunos ejemplos de lo que sucedió –en esta última década- en algunos países del continente evidencia que el derecho al aborto es aún un tema de profundos debates en el que la Iglesia Católica –con fuerte raigambre en la región- y otros sectores fundamentalistas y conservadores no están dispuestos a ceder fácilmente, presionando a gobiernos y persiguiendo judicialmente a las mujeres afectadas y las feministas.

En El Salvador, después de muchos años de gobiernos del derechista ARENA, que había prohibido el aborto en 1998 –cuando derogó el artículo del Código Penal de 1973 que permitía el aborto terapéutico-, las mujeres esperaron un cambio con la llegada al poder del opositor FMLN. Sin embargo, estos cambios no se produjeron: la situación legal del aborto no fue modificada.

Recientemente, ante la iniciativa de la directora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) de revisar la legislación sobre aborto, el presidente Funes salió al cruce de las versiones periodísticas, aclarando que no había orden procedente del poder ejecutivo. “Yo no he dado ninguna orden, ni he dado ninguna instrucción, para que se proceda a revisar la legislación, en materia de aborto”, manifestó Mauricio Funes, al tiempo que desautorizó a la directora del ISDEMU por la firma de declaraciones en tal sentido, realizadas en el marco de una reunión internacional.

En Nicaragua, durante la campaña electoral por el que sería su segundo mandato después de tres derrotas electorales, Daniel Ortega, del FSLN, pactó con la derecha encabezada por el obispo Obando –vinculado a los sectores más reaccionarios de la sociedad nicaragüense- el apoyo de la Iglesia Católica a su candidatura a cambio de que su partido votara la penalización del aborto terapéutico, un derecho que existía en el país desde 1891. Y así se aprobó en el parlamento, en 2006, con la unanimidad conseguida por los votos del FSLN y la derecha, antes de las elecciones presidenciales en las que triunfó Ortega.

Durante la campaña electoral, el FSLN fue el único partido que publicó un comunicado sobre el tema, titulado “Sí a la vida, no al aborto” y, además, participó de una movilización contra el derecho al aborto convocada por la Iglesia Católica, apoyada por el entonces gobierno conservador de Bolaños. Una vez en la presidencia, Daniel Ortega se pronunció contra los movimientos feministas y quienes luchan por el derecho al aborto en su país, llegando incluso a la persecución y la amenaza con perder la personería jurídica a las ONG que defienden este derecho. Nueve mujeres reconocidas del movimiento feminista fueron acusadas de “apología del delito” ante la justicia nicaragüense por haber colaborado en la interrupción del embarazo de una niña abusada, en tiempos en que el aborto terapéutico era legal. Estas medidas provocaron la solidaridad y la movilización inmediata de las feministas en distintos países. Desde Honduras hasta Paraguay, cada visita oficial de Daniel Ortega fue respondida por agrupaciones feministas locales que rechazaron su presencia.

En Chile, el aborto es ilegal en todos los casos, desde que la dictadura de Pinochet derogó el aborto terapéutico y esto no ha sido modificado bajo el gobierno de Michelle Bachelet, la primera mujer en llegar al más alto cargo del poder ejecutivo.

En Uruguay, las activistas feministas se encontraron con una sorpresa dada por el primer presidente del Frente Amplio, que había asumido en un clima de gran alegría y expectativa. El parlamento uruguayo había aprobado, en 2008, un proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva que incluía la despenalización del aborto siempre que la mujer lo realizara antes de las doce semanas de gestación y, más allá de este plazo, también se permitía cuando el embarazo implicara riesgo de vida o de salud de la mujer o cuando se previera la malformación fetal incompatible con la vida extrauterina.

Esta medida, que había sido presentada ante las feministas del Cono Sur como un ejemplo a seguir, en la lucha por el derecho al aborto, pronto quedó sin efecto. Porque, para que se transformara en ley, definitivamente, necesitaba ser aprobada por el presidente, el médico Tabaré Vázquez, quien la vetó con el aval de la ministra de Salud, mientras la Iglesia Católica amenazaba con excomulgar a todos los funcionarios que la apoyaran.

En Brasil, las contradicciones entre las expectativas generadas por el gobierno del PT y su compromiso real con el derecho al aborto han sido similares.

Después de la visita oficial del Papa Ratzinger, en 2007, el gobierno de Lula Da Silva apoyó oficialmente una campaña coordinada por la Conferencia Episcopal que tenía como lema la defensa del derecho a la vida desde la concepción y finalmente, en 2008, firmó el acuerdo Brasil – Vaticano, que consolida la enseñanza religiosa en las escuelas públicas y fortalece las posiciones religiosas en contra del derecho al aborto, entre otras cuestiones.

En el contexto de las elecciones presidenciales de 2010, ante la presión de sectores fundamentalistas y derechistas, la candidata del PT y actual presidenta, Dilma Rousseff, se vio obligada a pronunciarse explícitamente en contra del derecho al aborto para no perder el voto de vastos sectores cristianos. En medio de la campaña, la candidata en la que se afirmaban las expectativas de las feministas brasileñas, prometió mantener la legislación sobre aborto y no innovar en otros aspectos que modificaran la legislación sobre la familia.

México ha sido, quizás, la única excepción durante este período. Después de muchos años de lucha del movimiento feminista, a principios de 2007, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de México aprobó la reforma de las cláusulas del Código Penal que penalizaban el aborto. Esta reforma, propiciada por el partido de centroizquierda que gobierna el distrito (PRD), permite abortar hasta las doce semanas de gestación, ampliando la legislación preexistente que sólo autorizaba la interrupción del embarazo en caso de violación, de que hubiera malformaciones graves del feto o si la vida de la mujer corría peligro. A la propuesta del PRD se plegaron otros partidos, con la sola oposición del conservador PAN, el partido del presidente.

Sin embargo, esta batalla legislativa no se ganó sencillamente. La innovación legislativa fue recusada inmediatamente por sectores fundamentalistas y religiosos y fue, finalmente, la Corte Suprema de Justicia la que dictaminó su constitucionalidad.

Además, una vez aprobada la reforma y como reacción a esta decisión adoptada por el Distrito Federal, en numerosos estados mexicanos se endureció la legislación con respecto al aborto, con reformas promovidas por la Iglesia Católica en connivencia con el PAN y organizaciones antiabortistas. Esto llevó a que en algunas legislaciones se contemple, actualmente, al óvulo fertilizado como una persona legal, aumentando la criminalización de las mujeres.

En Argentina, en setiembre de 2003 se conmemoró el Día de Lucha por la Despenalización del Aborto con una movilización en la que participaron miles de mujeres. Pero ya empezaban a surgir diferencias políticas entre las activistas que impulsaban la lucha por el derecho al aborto: mientras un sector mayoritario proponía presionar al recientemente asumido gobierno de Néstor Kirchner, generando expectativas en un cambio promovido “desde arriba”, otro sector insistía en mantener la movilización independiente por la base. El entonces ministro de Salud adoptó un discurso progresivo con respecto a la despenalización que aumentó las expectativas del activismo, mientras la entonces senadora Cristina Kirchner prometía al Vaticano no innovar en esta materia.

Al año siguiente, se realizaba el Iº Encuentro Nacional sobre Estrategias por el Derecho al Aborto, que proponía conformar una coordinadora nacional, elaborar un proyecto de ley y propiciar la formación de un bloque de legisladoras por el derecho al aborto. Esta iniciativa culminó, un año más tarde, en el lanzamiento de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que nucleó a diversos sectores, organizaciones de mujeres, feministas y activistas de distintos espacios. Esta campaña comenzó con un petitorio que reclamaba el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y que consiguió la adhesión de miles de personas en todo el país. Este petitorio fue entregado al Congreso, un año más tarde, en una manifestación que reunió a más de cuatro mil mujeres en Buenos Aires. Para entonces, un bloque encabezado por la consigna “Bajo el gobierno de Kirchner las mujeres seguimos muriendo por aborto clandestino” reunió a las feministas autonomistas, diversas agrupaciones de feministas lesbianas, autonomistas y agrupaciones vinculadas a la izquierda partidaria que confrontaban con la dirección y el rumbo que había tomado la campaña.

Al año siguiente, la coalición que integra la campaña empieza a perder su capacidad de movilización. Lentamente, en los años posteriores, ganó reconocimiento público a través del lobby parlamentario y la prensa, pero las acciones y movilizaciones convocadas por la campaña quedaron reducidas a grupos minúsculos.

El gobierno de Cristina Kirchner, que sucedió al de su esposo, encierra la paradoja de que, más que nunca antes, el proyecto de ley presentado por la campaña en el Congreso de la Nación, ha recibido el apoyo de diputados y diputadas de casi todos los bloques para su futuro tratamiento, mientras la presidenta insiste en su negativa a que esta discusión prospere, lo que ha sido visto con agrado por la jerarquía eclesiástica.

El martes pasado, en la Comisión de Legislación Penal de la cámara de Diputados se inició el debate parlamentario sobre el derecho al aborto. Con la participación de 12 sobre 31 integrantes de la Comisión de Legislación Penal, se obtuvo dictamen favorable con exiguos 7 votos a favor, 1 en contra y 4 abstenciones. El dictamen, sin embargo, fue cuestionado al día siguiente por diputados que pedirán su impugnación por no cumplir con los requisitos que establece el reglamento. Pero si quedara en firme, el proyecto aún debe ser aprobado por mayoría en las comisiones de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, presidida actualmente por la duhaldista Claudia Rucci y la de Acción Social y Salud Pública, antes de ser girado a la cámara de Diputados en primera instancia –donde también debe ser aprobado por la mayoría- y luego, en segundo lugar, al Senado, con el mismo requerimiento. También habría que aclarar que, si en las cortas semanas que quedan hasta la asunción de los diputados recientemente electos, el proyecto no es girado a las otras comisiones, caducará la aprobación que obtuvo en Legislación Penal y deberá presentarse nuevamente, con el mismo procedimiento.

Como lo señaló el diario kirchnerista Tiempo Argentino, “El Frente para la Victoria brilló por su ausencia”. Sólo la ex – frepasista Diana Conti se acercó a dar su voto. Y fue clara cuando admitió que “el aborto es un debate que no está en la agenda de Poder Ejecutivo”. Cristina Kirchner había ordenado que no se diera quórum, ni se participara del debate. Afuera no se vio ni un solo banderín de La Cámpora, el Movimiento Evita ni otros sectores kirchneristas. Fue apenas una muestra de cómo actuará el kirchnerismo con quórum propio a partir del 10 de diciembre.

Como lo dijimos desde el primer día, luchamos por la aprobación inmediata y sin modificaciones del proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. No podemos conformarnos con ser siempre las mismas compañeras las que nos vemos en las movilizaciones y en los Encuentros Nacionales de Mujeres. Tenemos que aprovechar el creciente apoyo social que tiene la legalización del aborto para preparar una gran Marcha Nacional, organizada con los centros de estudiantes, las comisiones internas combativas y los sindicatos –especialmente aquellos donde las mujeres son la mayoría, como docentes, salud, alimentación-, las organizaciones sociales y políticas que firmaron el proyecto y todas las agrupaciones del movimiento de mujeres.

El único camino para conquistar el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, como todos nuestros derechos, es el de la organización y la movilización de un poderoso movimiento de mujeres trabajadoras, estudiantes y amas de casa, independiente del Estado y sus instituciones, que despliegue su voluntad de lucha en los lugares de trabajo, estudio y en las calles, empezando por conquistar la aprobación del aborto legal.

Nuestra visión del feminismo latinoamericano de la última década no es aséptica. Fuimos parte de esta experiencia, de manera activa. Desde ese compromiso entendemos también la necesidad de ahondar en la reflexión sobre nuestras prácticas y nuestras perspectivas, con el propósito de no recaer en las estrategias que han conducido al feminismo a los callejones sin salida de la cooptación o la marginalidad. Contamos con esta última década de nuevas y fructíferas experiencias que han dejado lecciones, aportando creativamente nuevas formas de activismo, nuevas alianzas, nuevos horizontes.

La independencia del poder del Estado, pero no para recluirse ensimismadamente en la creación de una contracultura, sino para enfrentar, exigir y conquistar nuestros derechos sin compromisos; la solidaridad internacional y la construcción de movimientos amplios que incluyan a las mujeres trabajadoras y de los sectores populares como protagonistas y sujetos políticos de sus propias reivindicaciones y no como meras beneficiarias de las políticas diseñadas por las expertas son algunas conclusiones de la última década transcurrida, donde el feminismo –como movimiento de lucha- volvió a despertar de un largo letargo.

TUCUMAN: Marchamos por el derecho al aborto

Jueves 3 de noviembre de 2011

TUCUMAN

Marchamos por el derecho al aborto



Con canticos alusivos a la responsabilidad de Alperovich, más de 200 personas marchamos el martes pasado en Tucumán por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Desde Pan y Rosas y la Juventud del PTS y junto a varias organizaciones le hicimos frente a un gobierno que, mientras se opone a la legalización del aborto, paga la fianza a curas genocidas participes del golpe de estado para sacarlos de la cárcel, como al cura Mijalchik; se niega a implementar la educación sexual en las escuelas y a adherir a las leyes vigentes de salud sexual, y perpetúa la opresión de parte de la Iglesia imponiendo que en cada escuela se dicte una materia sobre religión.

Pan y Rosas y la Juventud del PTS marcharon en distintas ciudades el país por el derecho al aborto




La agrupación de mujeres Pan y Rosas y la Juventud del PTS marcharon en Neuquén, Córdoba y en la Ciudad de Buenos Aires se movilizaron al Congreso de la Nación, por el reclamo del derecho al aborto.

En Córdoba, la manifestación encabezada por la bandera de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, fue interrumpida por un vallado policial que impedía que la marcha se acercara al Arzobispado. Sin embargo, las compañeras de Pan y Rosas y la Juventud del PTS, con la legisladora electa Laura Vilches (PTS - Frente de Izquierda) atravesaron las vallas y posibilitaron que todas y todos los manifestantes pudieran expresar sus reclamos y denunciar a la reaccionaria jerarquía de la Iglesia.

En Buenos Aires, las vallas dividían a un escaso número de niños y adolescentes de colegios católicos acompañados por Cecilia Pando, jóvenes nazis del partido de Biondini y otros carapintadas, de una nutrida manifestación a favor del derecho al aborto de feministas de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y agrupaciones de izquierda. Pan y Rosas y la Juventud del PTS formaron una delegación combativa que no cesó de corear consignas contra la derecha reaccionaria, el kirchnerismo (que fue el gran ausente del día) y por el derecho al aborto, siendo la imagen que hoy aparece en la tapa del diario Página/12.


2 de Noviembre de 2011

XXVIº ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES EN BARILOCHE Pocas mujeres, pocos debates


Jueves 13 de octubre de 2011

XXVIº ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES EN BARILOCHE

Pocas mujeres, pocos debates

Por Pan y Rosas - Neuquén



Aunque la Comisión Organizadora insista, cada año, en falsas cifras exorbitantes, los Encuentros Nacionales de Mujeres vienen perdiendo participación y masividad. En Bariloche, la distancia y los costos ayudaron para que fuera uno de los menos concurridos de los últimos años (ver Cuento Chino).

Pequeñas delegaciones –esencialmente de la Patagonia- participaron de este Encuentro donde prevalecieron los paseos, las compras y las actividades realizadas por fuera de los talleres donde se debate la agenda de las mujeres (ver Turifem). Ya desde el discurso de apertura se preanunciaba lo que sería un Encuentro donde las y los responsables de las muertes por abortos clandestinos, de la existencia de las redes de trata, de la persecución a las luchadoras, de la represión a las mujeres que luchan por tierra y vivienda, no tuvieron nombre ni apellido. Y a pesar de que uno de los motivos por los que se eligió Bariloche fue la brutal represión policial que acabó con la vida de tres jóvenes de los barrios más pobres de esta ciudad, no permitieron que subieran al escenario las mujeres que integran la Multisectorial contra la Represión.

Las mismas de siempre

Este Encuentro, más aún que los anteriores, se caracterizó por la poca participación de mujeres independientes. Las que viajamos, mayoritariamente, lo hicimos organizadas con nuestros sindicatos, agrupaciones estudiantiles, grupos feministas, partidos políticos, centros de estudiantes, cooperativas, ong’s, etc. Estuvieron las mujeres que lucieron los pañuelos verdes con los que se identifica la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto; algunas jóvenes, encolumnadas con los centros de estudiantes, la FUBA y otras agrupaciones populares; un grupo reducido de mujeres identificadas con el gobierno de Cristina (Movimiento Evita, Kolina, etc.), a las que seguían otras compañeras de distintas regionales de la CTA; compañeras identificadas con MST-Proyecto Sur y otros grupos de centroizquierda e izquierda.

Por primera vez, la Iglesia no concurrió con una gran fuerza organizada. Aunque hubo algunas discusiones vehementes con mujeres de la Curia en algunos talleres –especialmente en los que se debatía sobre el derecho al aborto o en el que se hablaba de lesbianismo-, lo más destacado fue el cordón que hicieron en las puertas de la Catedral, durante la marcha de cierre del Encuentro.

Nuestra participación

Doscientas compañeras de Pan y Rosas – Neuquén (acompañadas por una pequeña delegación de compañeras de otras ciudades del país), participamos junto a las mujeres del PO e IS en el Frente de Izquierda. En todos los talleres propusimos sacar un pronunciamiento por la aprobación inmediata del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y organizar una gran movilización para el 1º de noviembre, cuando empezará a tratarse en el Congreso (ver Mi primer Encuentro).

También, denunciamos las persecuciones a las luchadoras y luchadores, proponiendo una gran campaña por los desprocesamientos (ver Jornada por 10 años de gestión obrera en Zanon). Y junto a las compañeras del PO, invitamos a marchar el 20 de octubre, cuando se cumple un año del asesinato de Mariano Ferreyra.

¿Quién vacía los Encuentros?

Hace años que las compañeras de Pan y Rosas venimos planteando la necesidad de que los Encuentros Nacionales de Mujeres se transformen en una gran tribuna de lucha y organización de miles de mujeres, es decir, que además de encontrarnos a debatir, también podamos volver a nuestros lugares de trabajo, barrio y estudio con un plan de acción a seguir en la lucha por nuestros derechos.

Lamentablemente, el PCR (ahora en Proyecto Sur) repite una y otra vez la política de imponer sus ideas y posiciones de manera absolutamente antidemocrática. ¿Cómo se puede explicar que lo que decide una Comisión Organizadora de nunca más de 30 ó 40 mujeres –la mayoría del PCR- es más democrático que lo que podemos resolver, a mano alzada, miles de mujeres en decenas de talleres y comisiones, dejando expuesta a una pequeña minoría no “inocente”, sino organizada por la jerarquía eclesiástica, que insiste en su reaccionaria misoginia, contra nuestros derechos?

Pero esta política del falsamente denominado “consenso” por el cual, por ejemplo, vale lo mismo la opinión de una chupacirios pagada por la Iglesia para impedir nuestros debates, que la opinión de cuarenta mujeres que hicieron un esfuerzo considerable por viajar a los lugares más remotos del país a expresar su deseo de que se legalice el aborto, es claramente una política que sólo puede servirle a nuestros enemigos clericales, oscurantistas, fundamentalistas y reaccionarios de la Iglesia y los sectores políticos derechistas.

Y miles de mujeres de todo el país, vuelven a sus lugares de origen con el sabor amargo de haber perdido tres días intentando hacerse escuchar en medio de los gritos, las provocaciones e incluso las agresiones físicas de las minoritarias “patotas” organizadas por las sotanas.

¡Ningún compromiso con la Iglesia, ni el Estado o el gobierno de turno!

Esta vez, no fue la Iglesia la que impidió que se lograra votar un plan de lucha y movilización por el derecho al aborto. El “espíritu del consenso” y el impedimento abierto y descarado a que pudiéramos plantear nuestras opiniones sirvieron para no molestar al gobierno de Cristina Kirchner, en medio de la campaña electoral, que está en contra –como la mayoría de sus gobernadores, intendentes, funcionarios y diputados- de avanzar en la legalización del aborto.

Nadie quería levantar el avispero. Por eso, los debates fueron escasos, abstractos y todas coincidieron en querer acallar a la única fuerza consecuente con la lucha por el derecho al aborto: nosotras, la izquierda.

Las compañeras de Pan y Rosas planteamos, en cada lugar donde participamos, que era necesario abrir esta reflexión para evitar que los Encuentros se sigan vaciando de participación y debate. Es hora de sincerarnos y plantearnos una perspectiva que vuelva a nutrir a los Encuentros Nacionales de Mujeres de la única fuerza que es capaz de mantenerlos vivos por muchos años más: la de decenas de miles de mujeres trabajadoras, desocupadas, estudiantes, amas de casa, intelectuales, artistas, activistas que quieren reunirse para debatir, organizarse y fortalecer la lucha por nuestros derechos.

“Yo sabía que a la Iglesia la cuida la policía”

El Encuentro cerró con una movilización que recorrió las calles de Bariloche, en la que participaron alrededor de 3500 mujeres de las distintas agrupaciones sindicales, políticas, feministas, estudiantiles y algunas compañeras independientes, partiendo de El Alto y culminando en el Centro Cívico.

La delegación de Pan y Rosas-PTS participó en una columna unitaria –junto con PO, IS y compañeras de la Lista Marrón del Sindicato Ceramista de Neuquén-, encabezada por la bandera de Mujeres en el Frente de Izquierda.

Una vez que la marcha desembocó en el Centro Cívico, nuestra columna siguió varias cuadras más hasta la Catedral, donde convergimos con otras agrupaciones que también reclaman el derecho al aborto. Como en ocasiones anteriores, la Comisión Organizadora había preparado un recorrido que no cruzaba por la Catedral, intentando evitar que denunciáramos a la jerarquía eclesiástica, los sectores fundamentalistas y derechistas que se oponen a nuestros derechos.

En la puerta de la iglesia, un nutrido grupo de hombres católicos custodiados por un cordón de policías armados con cascos, chalecos y máscaras antigás fueron repudiados por las manifestantes al grito de “Yo sabía que a la Iglesia la cuida la policía”.

Una vez más “les hicimos el Encuentro”... pero, nos volvimos con el sabor amargo de ver cómo, esta herramienta que podría ser poderosa para la organización de un multitudinario movimiento de lucha de las mujeres de todo el país, agoniza bajo la regimentación de las corrientes que participan de su organización, las que eligen consensuar con la Iglesia y el gobierno, antes que desatar la fuerza imparable de miles de mujeres que ansían luchar por sus derechos.

Luchamos por justicia para Pepa Gaitán


Por Pan y Rosas Córdoba

El pasado lunes 8 de Agosto se dictó la condena a 14 años de prisión para Daniel Torres, el lesbofóbico asesino de Natalia "Pepa" Gaitán en Córdoba. El 23 de Agosto próximo se leerán los argumentos. Hasta ahora nada ha dicho la justicia patriarcal cordobesa sobre la LESBOFOBIA que este crimen brutalmente manifiesta (el fiscal hizo alusión solo a "discriminación de género" en los alegatos).

Desde Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores nos hicimos presentes durante todo el juicio para exigir Justicia por Pepa!. Quien fuera fusilada el 6 de marzo del 2010 por el padrastro de su novia, tan solo por su elección sexual.

Como venimos denunciando desde LVO, este terrible crimen expresa brutalmente la discriminación que sufren lxs compañerxs de la comunidad LGTBI a diario, producto de que en este país y bajo este sistema capitalista -habiendo conquistado el matrimonio igualitario inclusive- si sos gay, lesbiana o trans, se te dificulta cien veces más conseguir trabajo (en el marco de que el 30% de los jóvenes sufre la desocupación, el 45% de los trabajadores están precarizados, etc), acceder a la salud o a la educación. Lla discriminación por la orientación sexual es moneda corriente, además de la persecución policial.

Pero esa discriminación no es casual, es consecuencia de los nefastos prejuicios y consideraciones que hacen instituciones reaccionarias, como la Iglesia Católica, que tienen influencia en nuestra sociedad, gracias al amparo y sostenimiento del Estado y el gobierno.

Por eso para nosotrxs es fundamental seguir luchando en Córdoba, para que en esta sentencia de condena al asesino de Nati quede claro que la motivación del crimen fue la LESBOFOBIA. Para avanzar en terminar con la discriminación por la orientación sexual de las personas, es necesario imponer además la separación de la Iglesia y del Estado ya!

Porque no tenemos ninguna confianza en esta justicia patriarcal, desde la banca legislativa que conquistamos con el Frente de Izquierda convocamos a todas las organizaciones a movilizarnos a la puerta de Tribunales II el próximo 23 de agosto en Córdoba para exigir esto y gritar bien fuerte:

NATALIA "PEPA" GAITÁN, PRESENTE!




Trata, prostitución, rubro 59 y cinismo "Cristinista"


Reproducimos extractos de la respuesta de Laura Vilches, docente y candidata a legisladora provincial por el FIT, a una adhesión al comunicado de AMMAR Córdoba, ante el decreto presidencial, firmada por el grupo "Incorporaciones" de la UNC. Abrimos así el debate en nuestras páginas sobre trata, prostitución y "trabajo" sexual. Los invitamos a leer la versión completa en rojos cuadernos.blogspot.com

La situación de aquellas personas (con independencia del género) que se ven obligadas a recurrir a la prostitución como una forma de subsistencia en tanto no pueden incorporarse a un trabajo asalariado, donde hay un sector que lo hace de manera “independiente” (ellas alegan un ejercicio de la elección) y otrxs que lo hacen bajo las “directivas” de un proxeneta (…)

"En primer lugar, decir que es una situación bastante compleja que tiene varias aristas.

Para comenzar y ordenar un poco, nos parece pertinente distinguir las condiciones o situaciones existentes (…):

La reducción a la total esclavitud de millones de mujeres y niñxs en el mundo bajo las redes de trata para la prostitución.

La situación de aquellas personas (con independencia del género) que se ven obligadas a recurrir a la prostitución como una forma de subsistencia en tanto no pueden incorporarse a un trabajo asalariado, donde hay un sector que lo hace de manera “independiente” (ellas alegan un ejercicio de la elección) y otrxs que lo hacen bajo las “directivas” de un proxeneta (…)

Ahora bien, frente a estas situaciones, y ante la medida impulsada por el gobierno de Cristina, parto de posicionarme del lado de las compañeras y apoyo aquello que ellxs reclamen para mejorar sus condiciones de vida, al tiempo que considero que hubo un claro ninguneo para la aprobación por decreto de una medida inconsulta con las personas involucradas. Por otra parte, sabemos que es una medida demagógica del gobierno porque no resuelve los problemas estructurales de acceso a la educación, la salud, la vivienda de quienes están en situación de prostitución. Ello, máxime si se mantiene una Ley de Trata impulsada en 2008 por CFK, que lejos de atacar el corazón del problema de este gran negocio ilegal, revictimiza a las mujeres mayores de 18 años, exigiéndoles que “demuestren” que no están siendo sometidas cuando bien sabemos las amenazas y torturas que penden sobre ellas.

En cuanto a lo que las compañerxs [de AMMARCba] plantean, confío en que la prohibición de la publicación de los avisos, las debe exponer aún más a quienes se manejan de manera “independiente” para no tener que “deberle nada a nadie”, como dicen, a la potestad y atropello de proxenetas y tratantes que mientras tanto gozan de total impunidad por sus lazos con las policías provinciales que dirigen el crimen organizado (…) Ahora bien, reconociendo estos aspectos del planteo de AMMAR, pensamos que es utópico creer que sin atacar el corazón de este sistema y las condiciones estructurales del capitalismo que sigue funcionando en base a hacer una mercancía de nuestros cuerpos (y aún más brutalmente el de las mujeres y lxs oprimidxs por no ajustarse a patrones heteronormativos), la situación de las compañerxs en situación de prostitución, va a resolverse “reglamentando como un trabajo” la prostitución, tal como ellas exigen (…)

Obviamente, no se puede perseguir ni criminalizar a las compañerxs sostén de familia, y claro está menos aún cuando no se persigue a los verdaderos implicados en las redes de trata, la policía, la justicia y los funcionarios del Estado, asociados a quienes lucran con el cuerpo de mujeres y niñxs. Pero me permito disentir con lo que plantean respecto a la “salida ante el problema de las redes de trata”(…)

(…) la forma de ir contra las redes de trata y prostitución, es avanzar en la organización para conquistar el desmantelamiento del aparato represivo del estado (todas sus fuerzas: policías, gendarmería, perfectura, etc) enchastradas al máximo en este pingüe negocio con el cuerpo de mujeres y niñas, junto a jueces y funcionarios [algo que Cristina no va a hacer porque] justamente las redes de trata no se desmantelan porque son un gran negocio capitalista (…) Entonces, concretamente ¿cuáles son esas medidas?

(…) es fundamental la pelea por la separación ya de la Iglesia del Estado, pues la plata que el Estado gasta en subsidio a la educación privada religiosa así como en el sueldo de curas y obispos se podría poner a disposición de subsidios a lxs desocupadxs (allí contamos a las compañerxs trans, así como a las mujeres sostenes de familia, 33% en la Argentina), al igual que si se imponen impuestos progresivos a las grandes fortunas (entre las cuales, vuelven a aparecer las propiedades de la Iglesia… ¿por qué no se las expropiamos?).

(…) Junto a esto, el ya mencionado desmantelamiento del aparato represivo del Estado, así como la cárcel para funcionarios, jueces, etc., involucrados en las redes de trata, mientras nos organizamos y movilizamos para exigir el cese de la persecución policial y la criminalización de las mujeres en situación de prostitución, su pleno acceso a la salud y la educación y el derecho a autoorganizarse por sus demandas, sumado a exigir el derecho de que todas las mujeres y crxs trans tengan la posibilidad de ejercer un oficio o tener un trabajo genuino con un salario equivalente a la canasta familiar, vivienda, salud y educación gratuitas que evitará que las mujeres y niñas, desesperadas ante la falta de medios de subsistencia sean “engañadas” por los tratantes. (…)

Jueves 28 de julio de 2011

Por: Laura Vilches


Frente de Izquierda y de los Trabajadores. El 14 de agosto votá al FIT-PTS La Pampa


Declaración programática del Frente de Izquierda y de los Trabajadores

Fecha: Jueves 2 de junio de 2011


Declaración programática del FRENTE de IZQUIERDA y de los Trabajadores

El FRENTE de IZQUIERDA se constituye en defensa de la independencia política de los trabajadores contra los distintos bloques capitalistas que expresan el gobierno, sus opositores patronales y las diferentes variantes de la centroizquierda. Lo hace en base a un planteo obrero y socialista, de independencia de clase, levantando un programa para impulsar la movilización de los trabajadores y sectores explotados contra el gobierno y las patronales. El Frente de Izquierda se presenta como una referencia política para quienes luchan por la independencia de los sindicatos y la expulsión de la burocracia sindical y sus patotas, y por la independencia de todo movimiento popular del capital y su Estado.

En el marco de las disputas feroces en el oficialismo y la oposición patronal, la izquierda recoge el mandato de los trabajadores que luchan, presentando un bloque único y clasista para enfrentar a los políticos patronales y quebrar la proscripción electoral que entraña la llamada ‘reforma política’ y sus tramposas primarias abiertas.

Este Frente se ha conformado en momentos que la crisis capitalista internacional recorre su cuarto año, incrementando la miseria de las masas en amplias regiones del planeta. En Europa, varios países se encuentran al borde del default. La situación no es mejor para Estados Unidos, donde la crisis económica sacude sus propias entrañas, y sufre una crisis política y militar en Irak y Afganistán, siendo blanco, además, de la revolución árabe al enfrentar ésta a dictadores pro-imperialistas. La política del imperialismo y sus gobiernos está dirigida para que esa crisis sea descargada sobre los trabajadores y pueblos del mundo. Por eso hay luchas en todos los continentes, destacándose la rebelión de los “indignados” en España que ha puesto en jaque al gobierno de Zapatero.

En numerosos países el alza de los precios de los alimentos ha agravado la miseria de las masas y empujado a la rebelión. Junto a las huelgas y movilizaciones que han cruzado Europa (de Francia a Grecia, de Gran Bretaña a España y Portugal) enfrentando los planes de “austeridad” de los gobiernos capitalistas, el hecho más relevante protagonizado por el movimiento de masas han sido los procesos revolucionarios en distintos países del mundo árabe, como Túnez, Egipto, Yemen, LIBIA, Siria, Bahrein, entre otros. En Libia la intervención de la OTAN tiene como objetivo evitar la caída revolucionaria de Kadafi y tratar de intervenir ese país para contener el conjunto del proceso desatado en la región. Llamamos a apoyar el triunfo de esas revoluciones que recorren el mundo árabe. Nos diferenciamos claramente de los falsos izquierdistas que han apoyado la intervención imperialista y de la OTAN. Como también denunciamos los supuestos antiimperialistas como el castro-chavismo que hacen causa común con los dictadores masacradores de sus pueblos.

América Latina no está al margen de esta crisis. Basta pensar en las consecuencias que tendrían para la región una quiebra de la banca europea o un freno de la economía china. Ya mismo existen reclamos por salario y el convenio en Venezuela, huelga general de la COB en Bolivia, la gran huelga de la construcción en el nordeste de Brasil, los paros generales en Uruguay y las movilizaciones estudiantiles en Chile, entre otras.

El Frente de Izquierda denuncia el carácter claramente capitalista de todos los gobiernos latinoamericanos, desenmascarando ante los ojos de obreros, campesinos y estudiantes el real carácter de los gobiernos de Evo Morales, que reprimió a los huelguistas de la COB y criminaliza a los docentes, y de Hugo Chávez, quien viene de detener y entregar al gobierno derechista de Santos al periodista colombiano Perez Becerra, con asilo y nacionalidad sueca, violando el elemental derecho democrático de asilo.

La etapa abierta a nivel mundial por la crisis capitalista no admite medias tintas. Exige una respuesta revolucionaria de la clase trabajadora. Llamamos a que la paguen el imperialismo, las multinacionales, banqueros y capitalistas. ¡Fuera el ajuste del FMI en Europa! ¡Apoyo a todos los reclamos obreros y populares! Mientras denunciamos a las direcciones traidoras del movimiento obrero europeo que se niegan a unificar los reclamos del continente.

En ese marco, frente a las elecciones en nuestro país, denunciamos que el kirchnerismo, -cruzado por disputas entre sus distintos componentes-, ha garantizado en estos años ganancias siderales para las patronales y ha pagado religiosamente la deuda externa que viene de la dictadura. El país sigue dominado por el capital imperialista, mientras los monopolios mineros, petroleros y sojeros siguen liquidando a piacere nuestros recursos no renovables. Se han mantenido la gran mayoría de las privatizaciones menemistas, gozando esas patronales de subsidios millonarios por parte del gobierno. Los fondos de la ANSES no han sido utilizados para satisfacer las demandas de los jubilados -comenzando por el 82% móvil- sino para subsidiar a los capitalistas, pagar deuda externa y financiar el clientelismo político oficial.

Aunque el kirchnerismo declama su “progresismo” diciendo que redistribuye la riqueza y que se estaría cerca del fifty fifty, más del 50% de la clase obrera percibe 2.500 pesos por mes (la canasta familiar supera los 5.000 pesos) y el 40% está en negro. El subsidio universal por hijo es insuficiente, dejando sin resolver el grave problema de la desnutrición y mortalidad infantil. La educación y salud públicas profundizan su crisis por falta de presupuesto, con salarios miserables para sus trabajadores, mientras crece el negocio de la educación y salud privadas.

Este gobierno, -que se dice “nacional y popular”-, tiene de socios a los intendentes, gobernadores del PJ afines y a la burocracia sindical, la misma que orquestó el crimen de Mariano Ferreyra. La CGT en 10 años no convocó a un solo paro general.

Las candidaturas del Frente para la Victoria en cada provincia están encabezados por representantes probados de los intereses patronales, muchos de los cuales vienen desde el menemismo: Gioja en San Juan, De la Sota en Córdoba, Urtubey en Salta, Scioli en provincia de Buenos Aires, Insfrán -el represor de los QOM-, en Formosa, entre otros. El kirchnerismo pactó con Menem, Barrionuevo, Saadi y Rico para “unir al peronismo”, con el solo objetivo de garantizar la reelección de Cristina.

El gobierno nacional se proclama “defensor de los derechos humanos”, pero aumenta día a día el número de luchadores procesados, sumando más de 4000, mientras encubre y apaña a las patotas sindicales contra los que luchan. Y aunque la lucha popular y democrática logró que más de un centenar de genocidas estén condenados, aun miles siguen en la impunidad y los testigos sufren el riesgo de volver a desaparecer, como ocurrió con Julio López. Habla de “integración latinoamericana”, mientras mantiene tropas en la ocupación de Haití al servicio de los intereses de los yanquis.

Los sectores de centroizquierda que apoyan al gobierno, -como Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella-, juegan el papel de teñir de “progresismo” a un proyecto que se propuso restaurar el orden capitalista que entró en crisis con la rebelión popular de diciembre de 2001.

Bajo el padrinazgo de diversos grupos económicos como Clarín y Techint, entre otros, la oposición patronal se encuentra dividida y diezmada. Mientras Macri se bajó de la presidencial. Nada bueno puede salir para los trabajadores de los Alfonsín, De Narváez, Duhalde, Carrió y demás variantes patronales.

Pino Solanas, por su parte, también ha declinado su candidatura presidencial, buscando seducir al representante de las patronales sojeras y multinacionales cerealeras Hermes Binner para que sea su candidato presidencial. Su supuesta oposición al bipartidismo es sólo declamación: en Santa Fé apoya el frente conformado por el PS y la UCR y en Neuquén al UNE, su principal aliado en la provincia, parte de un frente común con la UCR y el PJ. En Córdoba se alió con Luis Juez, en Capital con el PS y Stolbizer. Tampoco de estas alianzas electorales habrá solución a los problemas obreros y populares. El Frente de Izquierda llama a no dejarse engañar por esta nueva variante del FREPASO.

Al contrario, nuestro FRENTE está integrado por gran parte de los mejores luchadores que ha dado la clase obrera en estos años (trabajadores ferroviarios, del Subte, Zanón, INDEC, la Alimentación, estatales, docentes, gráficos, metalúrgicos, del SMATA, AGD-UBA, UTA y tantos otros). También lo componen luchadores del movimiento estudiantil secundario y universitario, protagonistas de las tomas de colegios y facultades, y compañeros que protagonizan las luchas antirepresivas, de los juicios contra los genocidas y de las luchas por los derechos de las mujeres y contra toda forma de opresión sexual.

El FRENTE de IZQUIERDA denuncia y plantea la derogación de la llamada “reforma electoral” que aumenta la intervención del Estado en el seno de los partido políticos, dificulta las condiciones para la obtención de las personerías electorales y cercena derechos democráticos elementales con el inédito requisito de obtener un piso en la elección primaria, simultánea y obligatoria para poder presentar candidatos en la elección general.

Vamos a intervenir activamente en esta campaña electoral presentando listas en 19 de los 24 distritos electorales del país. El Frente de Izquierda se valdrá de la campaña electoral para movilizar políticamente a franjas crecientes de trabajadores y luchadores populares en todo el país, para impulsar sobre la base de un programa un polo político independiente, claramente delimitado de las fracciones capitalistas, incluidas las de centroizquierda, convirtiendo a los trabajadores en un factor político decisivo capaz de dirigir al conjunto de la nación explotada contra el capitalismo y el imperialismo. La lucha electoral del Frente de Izquierda está al servicio de organizar y elevar a los trabajadores a la lucha por su propio gobierno.

En función de estos objetivos levantamos los siguientes puntos programáticos, que incluyen y amplían los que planteamos inicialmente como medidas de emergencia:

1-Salario mínimo igual al costo de la canasta familiar indexado periódicamente según el aumento real del costo de vida. Eliminación del IVA de la canasta familiar.

2-Reestablecimiento del 82% móvil. Pago de las retroactividades correspondientes. Que la ANSES esté bajo la administración directa de jubilados y trabajadores.

3-Reparto de las horas de trabajo con igual salario para terminar con la desocupación. Prohibición de despidos y suspensiones.

4-Basta de tercerización. Todos a planta permanente con vigencia del convenio más favorable. Abajo las leyes flexibilizadoras.

5-Cese de la persecución y anulación de las causas judiciales contra los más de 4.000 luchadores obreros y populares. Libertad a Roberto Martino y de todos los presos políticos.

6- Expropiación definitiva sin pago de Zanón y demás fábricas recuperadas.

7-No al pago de la deuda externa. Desconocimiento de la deuda al Club de París. Plata para salario, trabajo, salud, educación y vivienda, no para la deuda externa.

8-Reestatización de todas las privatizadas bajo control de trabajadores y usuarios.

9-Nacionalización -sin indemnización y bajo administración y control de trabajadores-, de la banca y el comercio exterior, el petróleo, la minería, pesca y la gran industria.

10- Por la expropiación de la oligarquía terrateniente, de los grandes pools de siembra, así como de los monopolios cerealeros, aceiteros y frigoríficos. Por la nacionalización de la tierra, comenzando con la expropiación de los 4000 principales propietarios, respetando los derechos de los campesinos pobres, pueblos originarios y pequeños chacareros que no exploten mano de obra asalariada.

No a la expulsión de sus tierras de campesinos y originarios. Plena satisfacción a los reclamos de los QOM de Formosa. Basta de trabajo en negro para los trabajadores rurales. Anulación del decreto ley de la dictadura que rige el trabajo agrario.

11-Defensa de la educación y salud públicas y gratuitas. Basta de subsidio a la educación privada. Fuera las iglesias de la educación. Abajo la Ley de Educación Superior. Que el Estado deje de financiar a la Iglesia Católica. Contra la estafa de las pre-pagas y el negocio de las clínicas y sanatorios privados. Por un sistema nacional de salud público y de calidad para todos a cargo del Estado. Por una educación nacional única, estatal, gratuita y laica.

Nacionalización sin pago de los laboratorios que lucran con la salud del pueblo. Por la provisión de medicamentos gratuitos a los necesitados. Basta de Obras Sociales con las que se enriquecen los burócratas sindicales. Por su control democrático por parte de comités de trabajadores elegidos en la base.

12- Fuera la burocracia sindical patronal de los ferrocarriles. Reestatización del sistema ferroviario bajo control y gestión de los trabajadores de todos los niveles.

13- Juicio y castigo a todos los culpables del crimen de Mariano Ferreyra (UGOFE, Policía, Pedraza y su patota).

14- Fuera la burocracia de los sindicatos. Por la independencia de los mismos del gobierno y el Estado. Abajo la Ley de Asociaciones Profesionales. Por la más plena democracia sindical. Personería gremial ya al nuevo sindicato del subte. Por el derecho de los trabajadores a organizarse como quieran sin control estatal. Por elección de paritarios en asamblea. Que la CGT rompa su “alianza estratégica” con el gobierno y las patronales y llame a un plan de lucha nacional consultado en la base. Apoyo al sindicalismo combativo y antiburocráticos. Plan de lucha de todo el movimiento obrero por aumento de salarios, contra el trabajo en negro y las tercerizaciones.

15- Fuera el FMI y la patota kirchnerista del INDEC. Restitución de todo el personal desplazado. Por un INDEC administrado por sus trabajadores y técnicos, independiente de cualquier gobierno patronal.

16- Aparición con vida de Jorge Julio López y Luciano Arruga. Cárcel a los asesinos materiales y políticos de Carlos Fuentealba. Cárcel perpetua y común para todos los genocidas, a los responsables de los crímenes de la Triple A y a los asesinos del gatillo fácil. No a la baja de la edad de imputabilidad. Fuera la Gendarmería y policía de los barrios populares. Anulación de la ley “antiterrorista”.

17- Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Por los derechos de la mujer trabajadora. A igual trabajo, igual salario. Guarderías gratuita en los lugares de trabajo y estudio. Contra toda forma de opresión sexual. Abajo los edictos persecutorios contra gays, lesbianas, travestis y transexuales.

18- Vivienda digna para todos. Por un plan de viviendas populares y urbanización de las villas y asentamientos. Ocupación de las viviendas ociosas de los especuladores inmobiliarios. No a la criminalización de los ocupantes del Indoamericano y de otras luchas por la tierra.

19- Que todo legislador gane lo mismo que un obrero especializado o directora de escuela con diez años de antigüedad. Revocabilidad de los mandatos por los propios electores. Abolición del Senado y de la institución presidencial con poderes de monarca. Elección directa de los jueces. Por jurados populares.

20- Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo impuesto por la movilización de los explotados y oprimidos.

21- Retiro inmediato de las tropas argentinas de Haití. Fuera ingleses y la OTAN de Malvinas. Contra el bloqueo y cualquier tipo de agresión imperialista contra Cuba y contra la restauración capitalista en la isla. Por una política internacional de apoyo a la rebelión obrera y popular en todo el mundo, por la expulsión del imperialismo de todos los países, por la unidad socialista de América Latina, por el socialismo internacional

22- Viva la revolución árabe. Fuera la OTAN de Libia. Abajo la ocupación sionista de Palestina.

Convocamos a los trabajadores, a las corrientes de izquierda y a todos los luchadores a integrarse y sumar su apoyo al Frente, para que la clase obrera no sea “colectora de nadie”, sino dueña de ella misma. Llamamos a los sectores progresistas a abandonar el proyecto seguidista de la centroizquierda y contribuir al desarrollo del Frente de Izquierda, el frente de los trabajadores.

FRENTE de IZQUIERDA y de los Trabajadores

Partido Obrero - Partido de los Trabajadores Socialistas - Izquierda Socialista